Sentir

Mientras pisaba descalza la escarcha de la mañana, y contemplaba todo lo que me rodeaba, me dije a mí misma 'Debemos Sentir'. Lo dije aludiendo a los pájaros que revoloteaban a mí alrededor, tan ajenos al futuro, tan presentes y auténticos. Lo decía, reivindicando una existencia primitiva del Ser, ancestral y casi mágica, en consonancia con el Universo.

'Debemos sentir' implica(ba) inevitablemente dolor. Un dolor caleidoscópico que se transforma, dominado por la consciencia de padecerlo. Y sobre esa superficie blanda del pensamiento, en el que el dolor parece tratar de ocuparlo todo, surge una luz tenue, que mira al cielo y dice:

“Mañana, el dolor no será más que un recuerdo, mientras lo aprendido podrá durar para siempre. Este frío que atraviesa mis huesos se habrá reducido a palabra. Las sensaciones no pueden recordarse, solo se pueden sentir.”

Mis pies están cálidos ahora.
Y los pájaros aún revolotean en el corazón.

1 comentario:

lola dijo...

perdón pero disiento formalmente, sentir no implica dolor

nosotros tenemos una extraña concepción del amor de la vida, siempre lo tenemos que regar de dolor para qué? disfrutarlo?

no, y no. Me niego categoricamente

saludos